Cómo pasar de la angustia a pedir el 7º penalti en una semifinal: el caso de Jesús Navas


 

  • El Respaldo de quienes lo rodean.
  • Entrenamiento psicológico para aprender a enfrentar los temores.
  • Equilibrio personal para crecer como persona.
  • Paciencia para respetar los tiempos de maduración.
  • Determinación para alcanzar las metas.

Navas

Jesús Navas se ganó el gordo de la “lotería” en los penaltis contra Italia. Muchos dirán que fue suerte, pero cuando una tarea se puede entrenar la fortuna pierde protagonismo, y de esto se trata la preparación: conseguir que aquello que no se controla ejerza menor influencia sobre el resultado, y que todo lo que dependa del futbolista sea manipulado por él. De esta forma es posible aumentar la probabilidad de tener éxito, aunque no necesariamente buenos resultados. A veces el rival puede ser mejor, el árbitro equivocarse, etc.

Marcar un penalti requiere de una serie de mecanismos psicofisiológicos que han de ponerse en marcha. Se debe tomar la decisión de pegarlo, por iniciativa propia o aceptando el ofrecimiento; se tiene que pensar la estrategia y decidir a donde apuntar; y finalmente, enfocarse en alcanzar la tensión justa en el momento del golpeo. Esto último es lo más difícil dada la facilidad con que se pierde la concentración y la confianza. En todos estos pasos acertaron 13 jugadores y en alguno falló Bonucci.

En cuanto a Navas, durante años ha recorrido un proceso de crecimiento personal y profesional. En este tiempo ha asumido responsabilidades, se ha preparado y ha alcanzado la confianza necesaria para tomar decisiones riesgosas: ir a la selección, fichar por el Manchester City de Inglaterra o pegar un penalti decisivo. A miles de kilómetros de su familia ha elegido ser valiente y asumir el riesgo de fallar. En esto puede consistir su mayor logro.

Son bien conocidos los problemas de ansiedad que enfrentó durante varias temporadas en el Sevilla F.C. En aquella época la angustia y la necesidad de evitar situaciones que lo alejaran de su entorno familiar eran más fuertes que su deseo de jugar. Sin embargo, hoy suena anecdótico que llegara tarde a entrenar por estar jugando con sus amigos del pueblo, o que tuviera que refugiarse en casa durante las pretemporadas de su equipo. Para su satisfacción, ha sabido aprovechar los distintos medios que le han ayudado a superar un problema que pudo alejarlo de los campos:

Respaldo: su familia y su pareja lo han apoyado y comprendido, al igual que su antiguo club, los entrenadores que ha tenido y sus compañeros. Todos han sabido ofrecerle el respaldo y la aceptación necesarios para que se sintiera seguro y en el camino correcto. Él mismo reconoció la confianza que le dieron los jugadores antes de marcar el penalti.

Entrenamiento psicológico: durante varias temporadas fue asesorado psicológicamente por expert@s en rendimiento mental. Esto le ayudó a saber cómo enfrentar sus temores y a controlar sus emociones.

Equilibrio personal: ha creado su propia familia, se ha casado, tenido un hijo, asumido mayores obligaciones y logrado una mayor estabilidad afectiva. A su vez, reconoce abiertamente su faceta espiritual, aspecto que suele relacionarse con sentimientos como la esperanza, el disfrute y la satisfacción en general.

Paciencia: con 20 años comenzaron sus problemas psicológicos, y si quienes conformaban su entorno no hubieran sido pacientes, hoy estaría retirado del fútbol. Le quitaron toda la presión posible y tuvieron paciencia para que madurara a su ritmo. Incluso rechazó jugar en un club “grande” o ir a la selección porque no se sentía preparado. Cada jugador evoluciona de forma distinta y con frecuencia la prisa implica decisiones precipitadas que tienen costes psicológicos muy altos para el jugador. Asumir retos es importante pero también prevenir grandes frustraciones.

Determinación: todo ello no habría sido posible si no hubiera mantenido la confianza en sus capacidades deportivas y la motivación necesarias para persistir en su propósito de jugar al fútbol profesional. Él sabía que podía y su entorno le daba el empujón que a veces faltaba.

Jesús Navas ha superado sus problemas psicológicos y ha alcanzado la madurez profesional. Sin duda esto le ha ayudó tener el valor de coger el balón con las manos, apretar los dientes, correr y macar un penalti que nunca olvidará. No sólo por lo importante que fue, sino por ser el primero que pegó en su vida. Dice haberse sentido tranquilo, pero no creo que lo estuviera. Tiene la etiqueta de nervioso y desea borrarla. Además, sólo había que ver su inquietud durante la tanda o cómo se marcaban los músculos de su mandíbula cuando daba los pasos para atrás. Pero lo hizo bien. Encontró el punto óptimo de activación: dio tres pasos de inicio y en los siguientes 4 alcanzó la velocidad y la tensión necesarias para dejar a Buffon a medio camino cuando el balón ya entraba en la portería.

¿Eligió el 7º turno porque le gusta el número? Dice que sí. ¿Tuvo suerte en la lotería? No, aunque sí que recibió un premio fruto del trabajo y esfuerzo del gran jugador sabe esperar y aprovechar su oportunidad. Un ejemplo de superación.

Fuente: http://lacomunidad.elpais.com/srsipd/2013/6/29/como-pasar-la-angustia-pedir-7o-penalti-una-semifinal

Autor: Santiago Rivera

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Publicado el 29 junio, 2013 en entrenamiento integrado, estrés, excelencia, fútbol, fortalezas mentales, planificación y etiquetado en , , , , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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