5+1 Falsos mitos sobre el rendimiento psicológico en el deporte (2 parte)
En el articulo del mes pasado (edición 59) se desarrollaron las dos primeras creencias o “mitos” que algunos entrenadores tienen acerca de las capacidades psicológicas y sociales relacionadas con el deporte. El listado propuesto fue el siguiente:
1. Demasiada motivación es mala.
2. No hay que ponerse nervioso.
3. ¡Concentrate! Y esperar a que suceda.
4. El líder nace, no se hace.
5. El fútbol no ha sido justo.
* En el fútbol todo esta inventado.
En esta edición se continuará con la explicación de los 4 restantes, cuya intensión continúa siendo la misma: ofrecer propuestas para enfocar de manera diferente las creencias que pueden limitar el rendimiento del entrenador:
3. ¡Concentrate! Y esperar a que suceda
a. ¿Cuando se observa?
En entrenamientos y partidos los entrenadores demandan a los futbolistas atención y concentración permanente. Estos pueden mostrarse más o menos “metidos en el partido”, pero ello no garantiza que están realmente enfocados o pensando en aquello que para su míster es importante.
b. ¿Por que sucede?
Porque el mensaje se enfoca en el qué y no en el cómo. Para conseguir que un futbolista esté atento resulta insuficiente decirle únicamente que debe estarlo, por lo tanto, enseñarle estrategias para lograrlo es fundamental. No se puede dar por hech que sabe concentrarse. Esto sería lo mismo que exigir un buen marcaje en zona sin haberlo entrenado.
Para poder ofrecer recursos al jugador que le ayuden a mejorar esta capacidad, antes es necesario aclarar los siguientes conceptos: estímulo, atención y concentración.
Los estímulos constituyen la información que se percibe del ambiente. Dosil (2008) considera que los estímulos se seleccionan y tienen dos tipos que son los dominantes y los fluctuantes. Los primeros deben ocupar el lugar principal (e.g. el balón, los contrarios y los compañeros) y los segundos aparecen y desaparecen según la situación (e.g. las decisiones arbitrales). La intensidad puede ser alta o baja, y su procedencia interna (pensamiento o sensación) o externa.
Por su parte, según Weinberg & Gould (1996) la atención es la capacidad para atender a un estimulo importante en el ambiente, y la concentración la que permite mantener la atención de manera sostenida durante el tiempo que sea necesario (e.g. un entrenador observa cómo se lleva a cabo una cobertura durante un repliegue, y así mismo estar atento durante todo el partido a la situación general de los futbolistas en relación con el balón).
En el fútbol son muchos los estímulos que entorpecen el rendimiento mental afectando la concentración: pensamientos negativos, público, contrarios, árbitro, terreno de juego, compañeros, tiempo e incluso el mismo entrenador. Y muchos de ellos no se pueden controlar.
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Autor: Santiago Rivera Matiz
Publicado el 15 mayo, 2012 en atención y concentración, fútbol, planificación, psicología del deporte y etiquetado en atención y concentración, entrenamiento integrado, fútbol, planificación deportiva, psicología del deporte. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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